En vista del gran interés de los nuevos empresarios y del público en general por el cultivo de palma de aceite en Colombia, Fedepalma y Cenipalma decidieron publicar y poner a su disposición esta Guía general que los apoya en su proceso de consulta y de toma de decisiones.
Con tal espíritu, esta Guía general recoge los temas prioritarios del cultivo, del beneficio de la fruta y extracción del aceite, su utilización, mercadeo y competitividad. Además, brinda una visión de conjunto a los inversionistas y empresarios que deseen estudiar la viabilidad de la agroindustria, al novel o al experto empresario que busque evaluar o hacer un seguimiento de las actividades que desarrollan, a los organismos del sector público y privado en pos de alternativas agrícolas rentables que ofrezcan estabilidad e ingresos adecuados de largo plazo, a los estudiantes de las ciencias biológicas, administrativas y de ingeniería, y a los colombianos en general que deseen indagar y controvertir sobre diferentes tópicos de la palma de aceite.
En septiembre de 1985, Fedepalma entregó su Guía general para el nuevo cultivador de palma, de la cual publicó tres ediciones. Con ella orientó a los empresarios de la época que estaban en el proceso de toma de decisiones de siembra y al público interesado en el tema. No obstante, en un sector que cambia aceleradamente y cuya competitividad depende cada vez más de la generación y aplicación de nuevos conocimientos, resulta imprescindible ofrecer continuamente productos nuevos.Las guías han sido un complemento de documentos más especializados. Desde la década del ’60, Fedepalma y otras entidades del sector agropecuario han publicado boletines técnicos, textos de asistencia técnica y de temas especializados de orientación sobre la palma de aceite en Colombia que, unidos al obligado libro de consulta de C.W.S Hartley, han ofrecido a los profesionales del sector un buen material técnico para asistir el desarrollo de las plantaciones. Ya más recientemente y dando continuidad a esta tradición, Cenipalma ha producido manuales sobre temas de la palma de aceite, tales como los de control de insectos (1992), administración de plantaciones (1993), procesamiento de aceite de palma (1993), suelos (1998), laboratorio de plantas de beneficio (2000), plagas (2000), además de las memorias de distintos cursos y múltiples conferencias internacionales organizadas en conjunto con la Federación. Fedepalma y Cenipalma han ofrecido información técnica y económica en forma permanente, en la revista Palmas, en los boletines “El Palmicultor” y “Ceniavances”, y en otras publicaciones.La amplia información que estamos suministrando nace de la convicción de su importancia para apoyar a los empresarios en el establecimiento y operación de negocios competitivos, en el marco de la economía globalizada de las grasas y los aceites.
Si bien es cierto que en el período transcurrido entre 1960 y 1990 la palma de aceite se desarrolló en Colombia con altas protecciones que permitieron aumentar la participación de sus productos en el mercado interno, sustituyendo parcialmente las importaciones de grasas y aceites, tal situación cambió a partir de la década del ’90. Tanto por los niveles de producción que empezaron a superar el consumo interno, como por los procesos de globalización, el sector de la palma inició sus exportaciones y se ha ido orientando al mercado externo; por tanto, se enfrenta a competidores de alta eficiencia y bajo costo que lo colocan ante nuevos retos.Tales realidades propiciaron una profunda evaluación sobre la vocación y perspectivas de desarrollo del cultivo. Esto llevó a los palmicultores a proyectar su futuro para afrontar con éxito el nuevo milenio. La visión y estrategias señaladas para el año 2020 comprometen al sector a multiplicar por cuatro el área sembrada en el 2000 y por siete la producción de aceite de palma registrada en el mismo año. Estas metas serán alcanzables si la palmicultura colombiana se sustenta en estándares de competitividad internacional, lo cual exige aunar esfuerzos en la generación y distribución de conocimientos.
Queremos expresar un agradecimiento especial a Fernando Bernal Niño. Con su excelente formación académica y experiencia profesional asumió el reto de elaborar, organizar y sistematizar una gran cantidad de información y conocimiento generado alrededor de la palma de aceite. Nuestro agradecimiento también a los funcionarios de Fedepalma, Cenipalma y de las empresas palmeras que contribuyeron con sus aportes, textos y comentarios a enriquecer esta obra.
Así mismo, debemos agradecer a todos los palmicultores colombianos, quienes a través del Fondo de Fomento Palmero y en asocio con Fedepalma y Cenipalma financiaron esta Guía.
La palma africana de aceite, Elaeis guineensis Jacq., es un vegetal perenne. Cuando se le cultiva con propósitos comerciales, tiene en promedio una vida que oscila entre los 24 y los 28 años, de acuerdo con el tipo de material plantado. Durante ese lapso, cada palma emite racimos de frutos oleaginosos, que pueden alcanzar producciones de 4,2 toneladas durante toda su vida productiva. Esto representa unas 600 toneladas acumuladas de fruta por hectárea, cuando el proceso productivo se desarrolla en condiciones óptimas de suelo, clima, nutrición, mantenimiento, sanidad y administración.
Por tratarse de un cultivo tropical proveniente originalmente del África ecuatorial, la palma se desarrolla bien y expresa mejor su potencial de producción en condiciones de alta temperatura, buena radiación solar, alta precipitación y humedad relativa. A pesar de la gran adaptabilidad del cultivo, la palma prefiere suelos aluviales, sueltos, profundos, bien drenados, con texturas francas y topografía plana o con pendientes susceptibles de ser sembradas en terrazas siguiendo las curvas de nivel.
Fuente: Blog Palma africana en Colombia